EL VIAJE DE POLI
Me
llamo Poli. Cuando nací, hace más de 400 millones de años, era negro y
brillante. Donde me crié, el calor y la
presión eran enormes y eso hizo de mí el tesoro más codiciado por los seres que
mucho más adelante dominarían este
planeta.
Durante
muchos, muchísimos años, permanecí reposando en esa tranquila oscuridad.
Pero
un día, hace no mucho tiempo, todo eso se acabó de repente. Se acabó el reposo,
se acabó la oscuridad. Un hermoso, luminoso y colorido mundo apareció ante mí
por arte de magia.
Primero
un rayo brillante se abrió paso en medio de la oscuridad y yo me precipité
hacia él empujado por una fuerza que no pude resistir. Y en un minuto ¡zas!
Todo lo que me rodeaba era distinto ¡Era azul! Azul por todas partes.
La belleza duró poco. Entré en un sitio donde empezó a
hacer mucho, mucho, mucho calor. Tanto que no pude evitar cambiar. Me convertí
en un gas y me sentí muy, muy, muy ligero.
Por entonces yo ya no era negro, ni brillante. Era
pequeño. Increíblemente pequeño. Mi minúsculo cuerpo era sólo una cadena con
tres eslabones.
De pronto muchos igual que yo empezamos a unirnos; a
formar una cadena cada vez más y más larga. Después nos unimos a otras cadenas
iguales a la nuestra y parecíamos una
fina y transparente película.
Durante el viaje que siguió, pude hablar con muchos de
mis compañeros de cadena. Algunos ya había pasado antes toda esta aventura. Me
dijeron que estaban “reciclados” .
¿Cómo
es eso? pregunté.
Uno
de ellos , llamado Leno, me contó entonces su historia: Recuerdo- me dijo- que yo era parte de una
bolsa de colores brillantes. Estaba en la estantería de un supermercado y desde
allí me divertía viendo pasar a unos seres móviles que se llaman a sí mismos
“personas”. Los hay de todos los tamaños y no paran de hablar. Escuchándoles aprendí que nuestra misión era envolver algunos
de sus alimentos. Otros parecidos a nosotros, en cambio, tenían la misión de
producir energía y así ardían para convertirse en un gas que flotaba libre en
el azul. Completamente felices.
¡
Que envidia! Pensé. Flotar y flotar por ese azul inmenso y luminoso. Aunque,
una bolsa de colores brillantes tampoco esta mal, me dije a mi mismo, conformándome
con mi destino.
¿Qué
paso después, Leno?
Un
día una de esas personas eligió la bolsa donde yo estaba. Estuvimos paseando
por una calle mientras la bolsa se vaciaba y cuando las patatas que había
dentro se acabaron, la persona me metió en una caja muy grande de color amarillo. Allí había muchos más que,
como nosotros , venían del negro brillante.
Tienes
mucha suerte de estar aquí ,me contó un tal Plasti. Nos reciclarán y volveremos
al mundo de colores y cuando seas más viejo y sin fuerzas para unirse a la
cadena te reciclarán para ser combustible y pasarás a disfrutar siempre del
azul.
¿Y
si no te hubiesen metido en la caja amarilla?¿Que hubiera pasado entonces? Le
pregunté a Leno. No tengo ni idea, me
dijo.
Otro
compañero de cadena llamado Propi, intervino entonces. Si no te hubieran metido
ahí, tu destino habría sido terrible, nos dijo.
¿Cómo
lo sabes? Le preguntamos.
Porque
a mí me sucedió. Mi “persona” me tiró al
suelo. Estuve allí tiempo y tiempo. La lluvia me arrastró hacia una zanja. La
gente pasaba y me pisaba. El viento me llevó hasta un río y de allí llegué al
mar donde fui alimento de un enorme ser móvil. Creo que le llaman ballena. En
su estómago habíamos miles y miles y cada vez llegaban más. Creo que, sin querer, le hicimos daño porque
se dirigió hacia una playa donde quedó quieta para siempre.
¿Y
cómo llegaste hasta aquí?
Otras
personas abrieron a la ballena y sacaron todo lo que había dentro. Y entonces
me sonrió la fortuna. La brisa de la playa me separó del resto de residuos.
Quedé en medio de la arena y alguien me cogió y me metió en la caja amarilla. La
mayoría no tuvo tanta suerte y volvió al mar donde siguen, sin quererlo,
haciendo daño a todos los seres móviles que viven por allí.
La
historia de Propi me dejó muy preocupado ¿Qué sería de mí? ¿Sería el culpable
de que alguno de esos seres marinos tan hermosos dejara de moverse? ¿O llegaría
algún día a formar parte del azul?
El
final de esta historia…………..
……………depende
de ti.
Poli
puede entrar en la cadena de reciclaje para ser reutilizado en un objeto o como
combustible…..O puede acabar en el mar donde permanecerá cientos de años
destruyendo la vida de muchos animales (y esto ya no es un cuento).
FIN
Como
habrás adivinado, Poli nació en un
yacimiento petrolífero. Después sufrió un proceso de destilación, calentándolo
hasta convertirlo en vapor para así poder separarlo de otros componentes del
petróleo. Posteriormente fue polimerizado, es decir, unido a otras moléculas
como él para dar lugar a una larga cadena de átomos de carbono, lo que
conocemos como un plástico. El plástico del que forma parte Poli recibe el
nombre de POLIPROPILENO. Lo reconocerás en los envases por el símbolo pp con el
número 5 dentro del símbolo de reciclable.
Te agradecería que
respondieras sinceramente a las siguientes preguntas con un sencillo si o no.
PREGUNTAS SOBRE ENVASES Y
ENVOLTORIOS
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Lo que pensabas antes
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Lo que piensas ahora
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Son fáciles de fabricar
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Son tan baratos que no
merece la pena reciclarlos
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La materia prima con la que
se hacen durará para siempre
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Apenas dañan el entorno
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No afectan a los seres
vivos
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No me molesta verlos
tirados por el suelo, la calle o en el parque
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De hecho yo los tiro al
suelo
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Siempre los tiro a la
papelera o al cubo con la demás basura
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Los deposito en el
contenedor verde
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Los deposito en el
contenedor amarillo
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Los deposito en el
contenedor azul
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